Todos los sentidos empiezan a fallarme. Mis movimientos comienzan a ser lentos y no se coordinan con las órdenes de mi cerebro. Mis ojos ven borroso lo que hace unos minutos veían nítido y apenas distingo los sonidos.
Me siento como en una burbuja, en un espacio que sólo es mío, donde solo yo vivo un mundo diferente al que hay al otro lado, ese que ahora no es mi mundo, aunque nos separe una barrera increíblemente fina.
Me cruzo con la gente, pero no llego a ver sus rostros. Me llega al olfato una mezcla espesa de perfumes y veo luces por el camino que parecen dibujar una estela por allí por donde paso.
Me siento aturdida por la situación y los minutos, las horas van pasando y siento que estoy bajo los efectos de algo que me lleva a sentir resaca. Tengo sed, mucha sed... llega un punto que tengo nauseas.
Ha empezado ayer, muy leve, pero en algún momento de esta mañana, ha decidido volver con fuerza, de repente y sin avisar. Me deja cao y no veo el momento de llegar a casa, bajar la persiana de mi habitación, quitarme la ropa y meterme bajo el nórdico que ya me empieza a dar demasiado calor.
Silencio...solo necesito eso y las migrañas se irán.
Fallo en mi sistema
lunes, marzo 16, 2009Publicado por Emma en 23:19
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