Dos días ya con el mismo mal sabor de boca. Apenas puedo comer y todo me sabe a lo mismo, a yodo (es mi última visita al dentista por el momento, menos mal)
Entre las pocas ganas de comer y el vaivén de sentimientos que pululan a sus anchas por mi mente y por mi cuerpo, no logro dormir más de dos horas seguidas.
El nudo en el estómago cada vez es más fuerte y no puedo evitar el sentir ese miedo paralizante que se siente cuando uno sabe que se va a reencontrar con el pasado. En unos días volveré a por los últimos pedazos de mi vida en Valladolid y saber que una vez cruce esa puerta, serán muchos los malos recuerdos que vengan a mi mente... me tensa y mucho.
Es pensar en ello y es darle la bienvenida a las migrañas, a que campen a sus anchas y me dejen aturdida para todo el día. Solo espero, que esta vez sea un adiós definitivo y que jamás, jamás tenga que volver a recordarlo.
martes, febrero 10, 2009
Publicado por Emma en 22:27
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1 comentario:
a veces cuando creo que te conozco mas,luego pienso que me queda tanto por conocerte, y eso es bonito. Siempre saber que queda un poco mas de la otra persona es maravilloso. Pero por otro lado tus letras me dan tristeza y melancolia, me dan ganas de poder volar a tu lado y abrazarte y hacerte sentir amada, querida,admirada... por que no me cansare de decirtelo eres un sueño de mujer, eres mi niña linda.
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