Una mirada

martes, septiembre 19, 2006

Como cada día de trabajo, una vez mas, me dedico a lo mío, a vender…pero no dejo de sorprenderme o admirarme con las cosas que suceden a mi alrededor…

Una vez más, entra una posible clienta en busca de un regalo. Quiere algo que no sea muy caro, tan solo es un detalle y es para un niño, que no es el suyo. Entretenidas en la búsqueda, tratando de encontrar lo más adecuado a su petición, intercambiamos conversaciones que surgen en el momento. Ella sonríe, se le ve una persona al menos educada.

Ya elegido el regalo, me dirijo al mostrador, dejándola a ella que eche un vistazo a sus anchas y de camino, me cruzo con un hombre que camina hacia ella, parece conocerla y no va solo, dos niños le acompañan.

No se por que, le sigo con la mirada y de repente…sucede algo que capta mi total atención. El, con paso firme se dirige hacia ella, suavemente pasa su mano por su cintura y se acerca muy sutilmente a su oído y le hace un breve comentario con una voz muy tenue. Se nota que en ambos, reina un sentimiento muy intenso de complicidad, diría que de amor, porque el modo de mirarse cuando el acaba de hablarle…me deja fascinada.

Se miran y el, antes de que ella diga nada, le deposita en los labios un tierno e intenso beso. Parecen estar solos, se han hablado con la mirada, se han entendido y se han demostrado un inmenso cariño. Complicidad absoluta en apenas unos instantes…

De repente el se aleja y a ella le cambia el semblante. Luce pálida, nerviosa, sus ojos se ven deseosos de llorar y yo no se si preguntarle si se encuentra bien, es evidente que ha recibido una mala noticia.

Se acerca al mostrador y nerviosa con la cartera, trata de pagar rápido y ni siquiera es capaz de mirarme. No me atrevo en principio, pero al final lo hago y le pregunto “¿te encuentras bien?” trata de sonreír con un “si” pero me doy cuenta de que lo que esta deseando es salir de allí y romper a llorar.

Le facilito la bolsa con el regalo y tras un gesto de adiós, seguidamente se lleva la mano hacia la mejilla, tratando de recoger una lagrima que ya ansiosa ha comenzado a caer…Cruzado el limite de “fuera del comercio” llora desconsolada alejándose…

Quizás parezca una tontería o puede que yo le de demasiada importancia a lo que otras personas no se lo dan, pero yo no puedo dejar de observar los pequeños detalles del día a día y mostrar una reacción a lo que vivo, a lo que siento…así soy y no voy a cambiar.

La sensibilidad, entre otras cosas…me viene de serie :)

Saluditos

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